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Deformidad de Haglund
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La deformidad de Haglund es una condición caracterizada por una deformidad del hueso en la parte posterior del talón y la irritación del tejido. En algunos casos, esta condición puede provocar también molestias en el tendón de Aquiles.


La ampliación del hueso, debida a una prolongación ósea en el dorso del talón, está asociada normalmente a una irritación de un saco lleno de líquido de amortiguación llamado bursa. Podemos descubrir más información sobre la bursitis en uno de nuestros antiguos posts, bursitis retrocalcánea.


Por esta razón, la condición es también relacionada directamente con la bursitis retrocalcánea. Otras veces, esta afección puede empeorar y crear la clásica triada formada por tendinitis aquílea, bursitis retrocalcánea y deformidad de Haglund.


El síndrome de Haglund crea una sintomatología orientativa, con un aumento de partes blandas en el talón, dolor focal en la inserción del tendón de Aquiles y dorsiflexión dolorosa del pie. Uno de los factores que mas predispone a este tipo de afección es el uso frecuente de clazado muy ajustado.


No obstante, podemos distinguir algunos de los factores que pueden influir en la aparición de esta deformidad, como pueden ser:

  • Una marcha habitual sobre los segmentos externos de los talones

  • Arco alto del pie

  • Uso de zapatos rígidos que provocan una fricción en la parte superior del talón etc.

Se pueden utilizar los mismos ejercicios que se recomiendan para el tendón de Aquiles para ayudar a detener la deformidad de Haglund. Los pasos adicionales que ayudarán a prevenir esta afección incluyen:

  • Uso de zapatos que tienen soportes para el arco u otros dispositivo de soporte

  • Uso de zapatos que queden bien y evitar las bombas de desgaste

  • Zapatos de tacón alto u otro calzado con respaldos rígidos

Otros tratamientos adicionales para la deformidad de Haglund incluye aplicaciones regulares de hielo u otra fuente de frío, medicamentos antiinflamatorios, inmovilización temporal del pie y trabajo con fisioterapeuta. También conviene utilizar protectores de amortiguación en el talón o soportes para levantar los talones.


Hay que tener siempre en cuenta que si el dolor persiste durante mucho tiempo, la mejor solución es acudir a un especialista para informarle exactamente sobre el problema a tratar.


En Podocenter disponemos de tecnología avanzada, experiencia profesional y el tratamiento adecuado para prevenir éstas y otras lesiones. No dudes en pedir tu cita previa, y si tienes alguna consulta siempre puedes contactar con nosotros. Somos tu clínica de podología en Málaga.

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