
Las lesiones de la sindesmosis del tobillo se producen cuando hay una interrupción de la inserción distal de la tibia y el peroné. El diagnóstico y el tratamiento de estas lesiones requieren un conocimiento profundo de la anatomía y del papel que desempeña en la estabilidad el tobillo.
Se pueden distinguir por lo tanto dos pruebas para el diagnóstico:
Prueba de compresión: compresión del peroné y la tibia en un punto por encima de la parte media de la pierna lo cual produce la separación del peroné y la tibia en su unión distal
Prueba de rotación externa: estabilizar la pierna con la rodilla en 90º y realizar una rotación externa del pie
La inestabilidad creada por culpa de este tipo de lesiones, si no se corrige, puede llevar a una inestabilidad crónica o incluso a una artitis degenerativa. Por eso, el objetivo principal de este tipo de lesiones es un retorno a la actividad física diaria y deportiva en el menor tiempo posible y de la forma más segura.
Dado que las lesiones de la sindemosis a menudo presentan síntomas de confusión similares a graves esguinces de tobillo, es imprescindible entender el mecanismo de lesión. La habilidad para distinguir entre las dos es esencial para un manejo óptimo del problema.
Tal y como se comentó anteriormente la interrupción más común resulta de una rotación interna forzada de la pierna y de la rotación externa del astrágalo con un pie plantado en el suelo. Además puede haber un concomitante entre flexión plantar o dorsiflexión del tobillo.
Existen dos sistemas de clasificación más comunes para detectar los esguinces y las fracturas de tobillo y estas son:
Los grados de esguinces
Sistema de clasificación Danis-Weber de la fractura del peroné
Durante
el tratamiento hay que prestar atención al cuidado de los tejidos
blandos, hacer una buena rehabilitación y tener en cuenta cualquier
complicación que pueda surgir. Es muy importante no trabajar con
dolor y controlar la estabilidad del tobillo. La intervención
quirúrgica suele asociarse más en lesiones de grados II o III.
Una vez realizados el diagnóstico y el tratamiento indicados por los profesionales de cada área, es indispensable un programa de fortalecimiento ya que normalmente una rehabilitación completa está comprendida entre 2 y 6 meses.
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